Sábado, ha llegado hora de la partida. Los cinco caballos preparados y las amazonas y jinete con ganas de montar y partir. Amazonas y jinete, porque el grupo lo formábamos: dos mamás, dos valientes niñas de 12 y 13 años, que aguantaron extraordinariamente el recorrido, y yo mismo.
Las más valientes del grupo.
12 y 13 años. Se portaron como lo que son: ¡Unas campeonas!
Por delante dos días recorriendo la sierra Calderona. Atravesándola de este a oeste.
LA SIERRA CALDERONA
La sierra Calderona, situada entre las provincias de Castellón y Valencia, de la que dista apenas 20 km, queda constituida por una alineación montañosa de orientación NW-SE que separa las cuencas de los ríos Palancia y Turia, extendiéndose por las comarcas de L’Alt Palància, El Camp de Morvedre, El Camp de Túria y L’Horta Nord. Forma parte de las últimas estribaciones del Sistema Ibérico y constituye, con sus 18.019 ha, la barrera natural a la huerta valenciana, por el norte, a la vez que uno de los enclaves naturales más valiosos de la Comunidad Valenciana, cuyas características físico-naturales le otorgan un interés ecológico y paisajístico excepcional.
Barrancos, laderas y montañas
Su relieve, de formas complejas, está constituido por pequeños valles y barrancos en orientaciones variadas; laderas de fuertes pendientes, que enlazan con las numerosas cimas; diferentes tipos de suelos y vegetación. La naturaleza la ha ido moldeando durante el paso de los años y ha realizado un trabajo, en el que el resultado, es que cada enclave tiene su particular belleza.
Al ser una sierra muy cercana al mar y tener una disposición meridiana, los vientos de levante aportan una humedad extra; al suelo, árboles y plantas, en forma de brumas y escarchas. El agua aflora después en numerosas fuentes, humildes de caudal pero siempre de un especial encanto.
Los suelos son de gran valor por su equilibrio en relación al clima, la vegetación y el substrato geológico. Cada uno de ellos alberga comunidades vegetales diferenciadas, pero siempre de gran interés botánico.
El Pla de Lluch un domingo cualquiera
La cercanía a la ciudad de Valencia y las características singulares que ofrece la sierra, la hacen ser receptora de una numerosa afluencia de público, tanto practicantes de deportes de naturaleza: equitación exterior, BTT, senderismo, escalada, etc., como familias y grupos de amigos que se desplazan hasta ella para pasar un día de ocio. Esta gran afluencia de visitantes, nos obliga a extremar las precauciones al recorrerla con los caballos.
EL RECORRIDO
El primer tramo del recorrido, hasta atravesar Náquera, se hace un tanto aburrido y es necesario extremar la precaución, porque discurre por una zona muy antropizada: urbanizaciones, plantaciones agrícolas, intenso tráfico de vehículos …
Es a partir de la población, cuando nos internamos en la densa masa boscosa de la sierra y abandonamos el siempre desagradable asfalto para recorrer con los caballos. Nada que ver con el tramo anterior, a partir de aquí pinares de pino blanco, más adelante también alcornocales, algún robledal y masas de pino rodeno, salpicados con alguna plantación de árboles frutales, fundamentalmente de naranjos, y un sotobosque plagado de arbustos formado en gran parte por aladiernos, lentisclos, coscojas, romeros, brezos e innumerables plantas y arbustos.
Cartuja de Porta Coeli
Poco a poco llegamos a la Cartuja de Porta Coeli. Situada en el valle de Lullén y fundada en el siglo XIII, es un extraordinario conjunto de edificaciones que van desde el gótico temprano a el gótico flamígero valenciano y su iglesia es de estilo neoclásico; destaca también el acueducto formado por once arcos apuntados que se utilizaba para abastecer de agua y cubrir las necesidades de todo el conjunto de edificaciones.
Es un conjunto digno de admiración, aunque solo en su exterior ya que no se permiten las visitas del público en general.
Masía de La Pobleta
Seguimos avanzando, a un lado y otro del barranco de la Font del Marge, para pasar por las cercanías de La Pobleta; una masía en principio dependiente de la cartuja, que después de varios cambios de propietarios actualmente es una finca privada. En ella estuvo instalado el presidente de la república Manuel Azaña durante su estancia en Valencia y posteriormente. Al acabar la guerra civil, también estuvo alojado durante unos días Serrano Suñer, cuñado de Franco y ministro de su gobierno.
Abrevando en la Font del Marge
Llegamos a la Font del Marge; tenemos suerte, el abrevadero tiene agua y los caballos agradecen hidratarse un poco. Hasta el final de la etapa en Gátova, no volveremos a encontrar agua en los abrevaderos; ni en el de la Font del Poll ni en los de la Masía de Tristán. Los acuíferos no se han llegado a recargar por causa de la sequía de este último invierno.
Seguimos nuestro recorrido, pasando junto a las casas de La Falaguera, en una dura y zigzagueante ascensión hasta atravesar el collado de El Rojo. Poco después nos incorporamos al camino de Gátova a Serra que no dejaremos ya hasta el final de la etapa.
En la incorporación del camino de Gátova a Serra, nos encontramos con la Font del Poll, aunque como ya he dicho el abrevadero no tiene agua, si disponemos de un cubo plegable, con paciencia podemos llenarlo y dar de beber un poco a los caballos.
Descanso en la Masía de Tristán
Seguimos adelante rebasando la Masía de Tristán, donde existe un área recreativa en la que podemos pararnos a descansar y reponer fuerzas. En ese caso, aflojaremos cinchas.
Poco más de siete kilómetros faltan para llegar a Gátova, casi todo este tramo en bajada y los últimos dos kilómetros, desde el molino de La Ceja, asfaltados.
Molino de la Ceja.
Este molino, otro existente en la misma población de Gátova y los dos existentes en Alcublas, son los únicos molinos de viento de la provincia de Valencia.
Gátova desde el molino de la Ceja
Llegada a Gátova.
Les Eres de Gátova, la casa rural donde pasamos la noche.
Caballos estabulados en una línea de atado junto al alojamiento
Gátova; final de nuestra etapa después de haber recorrido poco más de 31 kilómetros, en los que buena parte de ellos han sido por unos parajes de una belleza espectacular, donde la naturaleza se nos ofrece en todo su esplendor, a pesar de la sequía de los últimos tiempos.
Hasta pronto amig@s.
Nos vemos por los caminos.
Ecuguías 